Cómo implantar la pedagogía crítica en el aula

 

La pedagogía crítica es una filosofía de enseñanza que invita a los educadores a animar a los alumnos a criticar las estructuras de poder y opresión. Se basa en la teoría crítica, que implica la toma de conciencia y el cuestionamiento del statu quo social. En la pedagogía crítica, un profesor utiliza su propia iluminación para animar a los alumnos a cuestionar y desafiar las desigualdades que existen en las familias, las escuelas y las sociedades.


Esta filosofía educativa es considerada progresista e incluso radical por algunos debido a la forma en que critica las estructuras que a menudo se dan por sentadas. Si este enfoque le parece adecuado para usted y sus alumnos, siga leyendo. Los cinco pasos siguientes pueden ayudarle a aplicar concretamente la pedagogía crítica en su aula.
Desafíate a ti mismo. Si no piensas de forma crítica y desafías las estructuras sociales, no puedes esperar que tus alumnos lo hagan. Edúcate utilizando materiales que cuestionen la narrativa social común. Por ejemplo, si eres profesor de historia, sumérgete en los estudiosos que señalan los defectos de carácter o las estructuras problemáticas que permitieron el éxito de muchas figuras históricas conocidas. O, tal vez, lea por qué sus "éxitos" no fueron realmente tan exitosos cuando se consideran bajo una luz diferente. La teoría crítica consiste en desafiar las estructuras sociales dominantes y los relatos que la sociedad ha hecho más familiares. Cuanto más aprendas, mejor preparado estarás para ayudar a iluminar a tus alumnos. Aquí tienes algunos buenos recursos para empezar.


Cambia la dinámica del aula. La pedagogía crítica consiste en desafiar las estructuras de poder, pero una de las dinámicas de poder más comunes en la vida de un estudiante es la de la relación profesor-alumno. Desafíala. Una forma concreta de hacerlo es cambiando la distribución de la clase. En lugar de que los alumnos se sienten en filas frente a ti, coloca los pupitres de manera que estén frente a frente en un semicírculo o círculo. Esto permite una mejor conversación en el aula. También puedes probar a sentarte mientras diriges los debates en lugar de estar de pie. Esta postura te coloca en la misma posición que los alumnos y nivela la dinámica de poder alumno-profesor. 

También es una buena idea, en general, pasar de una clase basada en la conferencia, en la que un profesor omnisciente imparte generosamente los conocimientos a los humildes alumnos, a una clase basada en el debate, que permite a los alumnos pensar críticamente y sacar sus propias conclusiones.

Presentar puntos de vista alternativos. En el paso 1, usted, el profesor, tuvo que encontrar puntos de vista contrarios a la narrativa dominante. Ahora, presente estos puntos de vista a su clase junto con los tradicionales. 

Haz que discutan ambos y anímales a sacar sus propias conclusiones. Si un alumno presenta un punto de vista, anímelo a indagar más. Hacer preguntas como "¿por qué crees eso?" o "¿por qué es algo bueno?" animará a los alumnos a cuestionar sus propias creencias, a liberarse de las narrativas sociales perjudiciales y a pensar de forma independiente.

Cambia tus evaluaciones. Las estructuras tradicionales de evaluación, al igual que las estructuras tradicionales de poder, pueden ser confinantes. No tiene por qué utilizarlas. Asegúrate de que tus evaluaciones no se centran en encontrar la respuesta correcta, sino en las habilidades de pensamiento crítico. Asegúrate de que los alumnos no se limitan a hacer lo que creen que tienen que hacer para obtener una determinada calificación. Para ello, anime a los alumnos a debatir y escribir, y céntrese en las ideas presentadas por encima del estilo de presentación.

Fomente el activismo. La pedagogía crítica tiene un carácter algo cíclico. Después de educarse a sí mismo, usted anima a los alumnos a pensar de forma crítica, y ellos, a su vez, llevan su nueva iluminación a sus familias y comunidades.  Puedes hacerlo informando a tus alumnos sobre las oportunidades que existen en su comunidad para combatir la opresión, como marchas, manifestaciones y organizaciones. Puedes ayudar a los estudiantes a crear clubes que se centren en dar voz a los marginados. Incluso puedes animar a los estudiantes a que hablen de los modelos de poder y opresión con su familia y sus compañeros.

Reflexiones finales


Evidentemente, la aplicación de la pedagogía crítica será diferente en cada asignatura, y lo que funciona en una clase puede no funcionar en otra. Por ejemplo, un profesor de historia puede poner en tela de juicio un acontecimiento que tradicionalmente se considera progresista, mientras que un profesor de literatura puede cuestionar un estereotipo cultural común encontrado en un libro. Un profesor de ciencias, por el contrario, puede animar a los alumnos a analizar el impacto de los descubrimientos científicos en los grupos marginados. A menudo, esto implicará encontrar vínculos comunes entre las asignaturas, ya que el enfoque crítico no se limita a un solo ámbito de la educación y la cultura.

¿Cómo has aplicado la pedagogía crítica en tu aula? ¿Qué estrategias le han resultado eficaces? ¡Háganoslo saber comentando a continuación!

Comentarios

Enrique Amaro - Material Didáctico y Educativo

Archivo

Formulario de contacto

Enviar